Las ventas navideñas suelen ser, para muchos negocios, el mejor momento del año. Hay más clientes, más flujo de efectivo y una sensación general de que todo va bien. Sin embargo, lo que pocas veces se analiza es que la parte de las ventas extra que ganarás en diciembre suelen ser ventas que no tendrás en enero.
Este fenómeno no es mala suerte, es un ciclo económico que cada año se repite en tu negocio.
¿Por qué en diciembre vendes más (aunque no lo notes)?
En diciembre entran en juego varios factores que aumentan el dinero disponible en los hogares, muchos de ellos invisibles a simple vista:
- Aguinaldos y bonos.
- Quinquenios y prestaciones acumuladas.
- Remesas, es decir, dinero que familiares envían desde otros países en esta época.
Cuando las personas tienen más dinero disponible, gastan más. No necesariamente porque lo necesiten, sino porque el contexto social y emocional invita al consumo: celebraciones, regalos, reuniones, cierres de año y quedar bien con otras personas.
Para tu negocio, esto se traduce en más pedidos, más ventas, más clientes y más ganancias al final de diciembre.
El problema aparece cuando interpretamos que este nivel de ventas se repetirá cada mes:
“Estoy ganando más, así que puedo gastar más”.
Esto se refleja en decisiones como:
- Compras impulsivas.
- Gastos personales elevados.
- Inversiones no planeadas.
- Uso excesivo de tarjetas de crédito.
Sin embargo, el que lo hagas (y millones de personas también), genera un resultado colectivo: en enero hay menos dinero circulando.
La cuesta de enero
Cuando terminan las fiestas, llega lo que conocemos como la cuesta de enero. Y no se debe a que las personas ya no quieren gastar, hay factores económicos que entran en acción:
- Pago de impuestos y contribuciones.
- Renovaciones de licencias y permisos.
- Ajustes en el presupuesto anual de personas y empresas.
- Incrementos en impuestos, servicios, gasolina e inflación.
Así como diciembre tiene elementos silenciosos que empujan tus ventas hacia arriba, enero tiene elementos que las llevan hacia abajo.

Vamos a la práctica
Imaginemos que los siguientes números representan las finanzas de tu negocio:
- Tu utilidad promedio mensual es de $10,000.
- En diciembre cierras con $19,000.
Eso significa que hubo $9,000 adicionales, generados por el contexto de las ventas navideñas. La invitación es que ese excedente lo dividas de la siguiente manera:
- Guarda el 80% de esa utilidad extra para tus gastos en enero.
- Disfruta conscientemente el 20% restante.
En este ejemplo:
- 80% de $9,000 = $7,200 para reserva.
- 20% de $9,000 = $1,800 para gastar en ti.

Esta reserva no es para ahorrarla eternamente, sino para hacer frente a los gastos que te mencioné: renovar permisos, trámites con gobierno, pago de impuestos, entre otros. Guarda ese 80% en una caja de ahorro o inversión temporal.
Recomendaciones finales
Las ventas navideñas no son una señal para relajarse, sino una oportunidad para fortalecer tu estabilidad financiera (tanto personal como de tu negocio) y aprender los patrones de compra de tus clientes.
Separa la emoción de la estrategia, para que en cada tendencia y temporada tomes decisiones que te ayuden a impulsar tus ventas.
Te invito a hablar con tu familia y amigos sobre el ahorro. A veces, una conversación a tiempo puede evitar que el aguinaldo se vaya por completo y que enero llegue con más presión de la necesaria.




